Está confirmado científicamente que convivir con perros o gatos beneficia en muchos aspectos la vida de las personas, tanto físicos como mentales.
Los animales de compañía y las personas establecen un vínculo afectivo muy cercano que los conecta y que favorece diferentes aspectos positivos de la relación.
Datos científicos determinan que, por ejemplo, la interacción con perros produce bienestar y mejora las condiciones de vida de las personas: mejora la salud, disminuye las enfermedades, ayuda en las recuperaciones y hasta en la superación de las pérdidas más significativas, haciendo a las personas más felices.
En este sentido, según un estudio, el 82% de los encuestados aseguró que vivir con un perro o con un gato les proporciona felicidad, y un 50% que les reduce el estrés.
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